viernes, 2 de noviembre de 2018

CRISTO, EL CAMPESINO Y EL BUEY...1. - BÚSQUEDA DEL BUEY
















1.- BÚSQUEDA DEL BUEY 

Sólo vemos al campesino que busca. Esto quiere decir: el hombre se ha dado cuenta de que le falta algo y que no debe vivir al día sin más, como un animal, si de verdad quiere ser un ser humano.
“Hay que encontrar al buey”, y sin embargo, la actitud del campesino es la del que está desorientado y abatido entre las criaturas: caminando hacia delante pero mirando atrás, rodeado de ruidos y alicientes que apremian a los sentidos a diestra y siniestra... Pese a todo él camina con una fuerte convicción interior: “Tengo que encontrar a mi buey, por eso camino”.
La primera etapa de la búsqueda es dura y exige una voluntad inquebrantable de encontrar el buey o la casa paterna. Las trampas aparecen por todas partes, caminos bifurcados, encrucijadas que estimulan muchas veces al caminante a mirar atrás. La historia occidental del ciervo almizclero, que desde pequeño buscaba el perfume que emanaba de la bolsa escondida en su propio pecho, resulta todavía más drástica y menos dualística. Trata el ciervo de descubrir su tesoro (su perfume interior) sin saber nunca bien cómo hacerlo. El ciervo muere en medio de su fatigosa búsqueda, cayendo precipitadamente por un barranco y encontrando, demasiado tarde, la respuesta tan deseada: de su pecho desgarrado brota por fin el perfume anhelado. La fuente preciosa del perfume estaba dentro, no fuera de él.
Después de cierto vagabundeo, más o menos largo, dependiendo del tipo de individuo, llegará una cierta crisis a causa de la cual aparecerá evidente la inutilidad de la búsqueda mental.
Esta crisis puede conducir hasta una encrucijada definitiva: abandonar la búsqueda y transformarse en un cadáver ambulante entre las cizañas del mundo, o dejar de buscar sólo con la mente e ir más allá. El campesino debe estar decidido a encontrar a su buey a toda costa. Será necesario emprender un camino de meditación silenciosa, no conceptual, sin discursos ni reflexiones mentales. Dudas y motivaciones para abandonar la empresa no faltarán...

(Mariano Ballester s.j. & Co.f.m.)

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