EL MEDIDOR DE ETERNIDADES...
...Primero tuviste un sueño,
con lo que quiera significar eso,
después descubriste
que era cuanto tenías...
...Se preguntó
por la posibilidad de encontrarla
y recordó
acto seguido
que antes,
siquiera por exigencias del guión,
debería al menos tener la capacidad de
inventarse...
...Yo
no quiero perderme, sino hallarte...
...y
adivinarme en ti, como un enigma...
...Se
trataba de un primer paso,
ya dado;
miró al horizonte
que se abría delante de él,
infinito,
como cuanto se ignora,
y movió los pies
cantándose una cancioncilla en
voz muy baja,
como para sí mismo:
“Si les dejara la noche serena,
que muestra otras estrellas en
cadena...”
...“Entre
aquí quien desee la eternidad,
y no se olvide al salir
de dejar la puerta abierta”-...
Y sin embargo
la puerta estaba cerrada...
¿no habría entrado todavía
nadie?...
Alguien pretendía jugar muy en
serio.
Acudió a la fragua del divino
Efestos
y le preguntó si le podría
forjar una llave
que abriese aquella puerta...
-¿Para
qué quieres entrar ahí?- le preguntó el herrero...
-Quisiera
medir algo,
y tengo la certeza
de que el instrumento que
necesito
se encuentra al otro lado...
...Déjate
conducir
más arriba de la gran claridad,
hasta llegar al manantial
de la más encumbrada luz,
para que entres por la puerta
de la oscuridad profunda
y llegues hasta el manantial
de la más encumbrada
oscuridad...
..Según
dejó dicho el hombre aquel,
si en la memoria del mundo
no hay nada que corregir,
lo único que nos queda
por hacer
es corregir la realidad
allí donde no concuerde con la
memoria del mundo;
y yo creí poderla encontrar
al final,
no hallando otra cosa
que su ausencia del
principio.../.
No hay comentarios:
Publicar un comentario